Aldo Lavagnini (Magister)
Páginas: 291
Encuadernado: Rústico
El tercer grado de la Masonería es algo más que conocer las palabras y efectuar signos correspondientes, atañe a la conquista suprema, simbolizada por el místico ramito de acacia, señal del conocimiento verdadero. El Maestro venció la ignorancia, el fanatismo y la ambición. Controló el poder del silencio. Administró sabiamente sus talentos. Captó la esencia real de nuestra Augusta y gloriosa institución.
Estos propósitos hallan cabida en la magnífica exposición de Magister desde el punto de vista masónico, teosófico, esotérico y filosófico.
Por lo demás la Maestría ha de ser estudiada con minuciocidad, criterio y disposición espiritual, pues es un grado “muy fácil de dar”, pero “muy difícil de poseer”, por ello muy pocos pueden preciarse de ser “verdaderamente maestros”
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